No es lo mismo tener sexo y hacer el amor….

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Cuando tienes sexo, sólo lo haces por satisfacer la necesidad física, es el simple contacto sexual y nada más, donde la satisfacción propia está por encima de nada, donde los jugueteos previos son mínimos o inexistentes, donde los besos y caricias carecen de identidad y donde el contacto posterior al orgasmo simplemente se descarta por un simple “ya quítate” o “estuvo bien”.

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Hacer el amor es entregarte a tu pareja en cuerpo y alma...entrega total, dar lo mejor de tí y recibir lo mejor de ella. Es estimularse mutuamente no sólo buscando el placer propio, sino buscando primero que nada, satisfacerla hasta que su cuerpo esté al límite, es sentir como cada pequeña gota de sudor corre por la piel, sentir su calor, sentir el como ella se estremece entre tus brazos y como tú te derrites entre los suyos. Es disfrutar cada caricia y cada beso, que no sólo van cargados de un enorme deseo, sino que tienen también una dosis del afecto, amor y cariño que motivaron el encuentro.

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Hacer el amor es algo más profundo, más íntimo, más personal….el amor sólo lo haces con esa persona a la que amas y que te ama, sin ser ninguna de las dos un objeto sexual de la otra. Cuando haces el amor, cada suspiro, cada centímetro de piel erizada, cada escalofrío se vuelve una muestra de que, tanto cuerpo como alma, sienten en lo más profundo de sí todo ese éxtasis.

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Susurros…palabras entrecortadas....gemidos….un gesto……o inclusive una sonrisa y unos ojos cargados de un perverso mirar; sea cual sea la reacción, hacer el amor es ser una con tu pareja, fundirse en un solo ser que siente, goza y disfruta de la desnudez y del placer del otro y que, en el momento cumbre, lo único que puedes decirle a esa persona que te hace gritar de placer es “Te amo”.

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Y tú…..tienes sexo o haces el amor???